El acuerdo entre Estados Unidos e Irak supondría la retirada de cientos de soldados en el primer año, según fuentes
BAGDAD: Estados Unidos e Irak han llegado a un entendimiento sobre los planes para la retirada de las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos de Irak, según varias fuentes familiarizadas con el asunto.
El plan, que ha sido ampliamente acordado pero requiere el visto bueno final de ambas capitales y una fecha de anuncio, haría que cientos de tropas partieran en septiembre de 2025, y el resto partiría a fines de 2026, dijeron las fuentes.
“Tenemos un acuerdo, ahora sólo es cuestión de cuándo anunciarlo”, dijo un alto funcionario estadounidense.
Estados Unidos e Irak también están buscando establecer una nueva relación de asesoramiento que podría permitir que algunas tropas estadounidenses permanezcan en Irak después de la reducción.
Un anuncio oficial estaba previsto inicialmente para hace semanas, pero se pospuso debido a la escalada regional relacionada con la guerra de Israel en Gaza y para ultimar algunos detalles pendientes, dijeron las fuentes.
Las fuentes incluyen cinco funcionarios estadounidenses, dos funcionarios de otras naciones de la coalición y tres funcionarios iraquíes, todos ellos hablando bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto públicamente.
Varias fuentes dijeron que el acuerdo podría anunciarse este mes.
Farhad Alaaldin, asesor de asuntos exteriores del primer ministro iraquí, dijo que las conversaciones técnicas con Washington sobre la reducción de la coalición habían concluido.
“Estamos ahora al borde de hacer la transición de la relación entre Irak y los miembros de la coalición internacional a un nuevo nivel, centrándonos en las relaciones bilaterales en las áreas militar, de seguridad, económica y cultural”, dijo.
No hizo comentarios sobre los detalles del plan y la coalición liderada por Estados Unidos no respondió a las preguntas enviadas por correo electrónico.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos y un funcionario de defensa dijeron que el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro iraquí Mohammed Shia al-Sudani, en una declaración conjunta en abril, afirmaron que revisarían los factores para determinar cuándo y cómo terminaría la misión de la Coalición Global en Irak y pasaría a asociaciones de seguridad bilaterales duraderas.
El acuerdo es el resultado de más de seis meses de conversaciones entre Bagdad y Washington, iniciadas por el Primer Ministro al-Sudani en enero en medio de ataques de grupos armados iraquíes respaldados por Irán contra las fuerzas estadounidenses estacionadas en bases iraquíes.
Los ataques con cohetes y aviones no tripulados mataron a tres soldados estadounidenses y hirieron a docenas más, lo que dio lugar a varias rondas de mortíferas represalias estadounidenses que amenazaron los esfuerzos del gobierno para estabilizar Irak después de décadas de conflicto.
Estados Unidos tiene aproximadamente 2.500 soldados en Irak y 900 en la vecina Siria como parte de la coalición formada en 2014 para combatir al Estado Islámico mientras éste arrasa los dos países.
El grupo alguna vez controló aproximadamente un tercio de Irak y Siria, pero fue derrotado territorialmente en Irak a fines de 2017 y en Siria en 2019. Irak había demostrado su capacidad para manejar cualquier amenaza restante, dijo Alaaldin.
Estados Unidos invadió inicialmente Irak en 2003, derrocando al dictador Saddam Hussein antes de retirarse en 2011, pero regresó en 2014 a la cabeza de la coalición para luchar contra el Estado Islámico.
Otros países, entre ellos Alemania, Francia, España e Italia, también aportan cientos de tropas a la coalición.
Según el plan, todas las fuerzas de la coalición abandonarían la base aérea de Ain al-Asad, en la provincia occidental de Anbar, y reducirían significativamente su presencia en Bagdad para septiembre de 2025.
Se espera que las tropas estadounidenses y de otras coaliciones permanezcan en Erbil, en la región semiautónoma del norte del Kurdistán, durante aproximadamente un año más, hasta fines de 2026, para facilitar las operaciones en curso contra el Estado Islámico en Siria.
Los detalles exactos de los movimientos de tropas se mantienen en secreto debido a su sensibilidad militar.
La reducción marcaría un cambio notable en la postura militar de Washington en la región.
Aunque su principal objetivo es contrarrestar al Estado Islámico, los funcionarios estadounidenses reconocen que su presencia también sirve como posición estratégica contra la influencia iraní.
Esta posición ha adquirido mayor importancia a medida que Israel e Irán intensifican su confrontación regional, con las fuerzas estadounidenses en Irak derribando cohetes y drones disparados hacia Israel en los últimos meses, según funcionarios estadounidenses.
El Primer Ministro al-Sudani ha declarado que, si bien aprecia su ayuda, las tropas estadounidenses se han convertido en un imán para la inestabilidad, siendo frecuentemente atacadas y respondiendo con ataques a menudo no coordinados con el gobierno iraquí.
El acuerdo, cuando se anuncie, probablemente representaría una victoria política para Al Sudani, ya que equilibraría la posición de Irak como aliado tanto de Washington como de Teherán. La primera fase de la reducción de tropas finalizaría un mes antes de las elecciones parlamentarias iraquíes previstas para octubre de 2025.
Para Estados Unidos, el plazo de dos años proporciona un “margen de respiro”, lo que permitirá posibles ajustes si la situación regional cambia, dijo un funcionario estadounidense.
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