Las escuelas europeas toman medidas drásticas contra el uso de teléfonos móviles por cuestiones de salud
BRUSELAS: Los países europeos están cada vez más preocupados por el uso excesivo de teléfonos móviles, redes sociales y otras formas de comunicación digital entre los jóvenes, y algunos están adoptando medidas para prohibir o restringir los teléfonos móviles en las escuelas.
Estudios recientes han puesto de relieve vínculos alarmantes entre el tiempo excesivo frente a las pantallas y el consiguiente impacto negativo en la salud mental y el rendimiento académico de niños y jóvenes.
Por ejemplo, un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda un uso limitado y responsable de los teléfonos móviles en las escuelas.
En julio, tras su reelección para un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen prometió abordar la adicción a las redes sociales y el ciberacoso, haciendo referencia a las preocupaciones generalizadas sobre su impacto negativo en la salud mental y el bienestar.
“Vemos cada vez más información sobre lo que algunos llaman una crisis de salud mental”, afirmó von der Leyen. “Convocaremos la primera investigación a escala europea sobre el impacto de las redes sociales en el bienestar de los jóvenes. Se lo debemos a ellos”, añadió.
Sobre el acoso cibernético, von der Leyen dijo: “Se me parte el corazón cuando leo sobre jóvenes que se autolesionan o incluso se quitan la vida debido al abuso en línea”.
Si bien la Unión Europea es cada vez más consciente de los efectos negativos del uso de las redes sociales y los teléfonos móviles entre los jóvenes, no existen normas a nivel de la UE para abordar estas cuestiones.
En cambio, las reglas varían según el país.
Algunos países europeos están considerando o ya han introducido prohibiciones sobre los teléfonos móviles en las escuelas o restricciones a su uso durante el horario escolar.
Las escuelas en los Países Bajos promulgaron una prohibición total a nivel nacional de los teléfonos móviles.
En las aulas de secundaria holandesas los teléfonos están prohibidos desde principios de año, una medida que se ha extendido a las escuelas primarias a partir del inicio del nuevo año escolar en septiembre.
Los teléfonos aún se pueden usar en clase si son necesarios para una lección, como aprender sobre habilidades multimedia, o si los alumnos los necesitan por razones médicas o debido a una discapacidad.
En 180 de los colegios secundarios a los que asisten niños franceses de entre once y quince años se está probando un plan para prohibir el uso de teléfonos móviles durante toda la jornada escolar.
La prueba de la llamada “pausa digital”, que abarca a más de 50.000 alumnos, se está llevando a cabo de cara a un posible plan para implementarla en todo el país a partir de 2025.
En la actualidad, los alumnos de las escuelas secundarias francesas deben apagar sus teléfonos. El experimento va más allá y exige que los niños entreguen sus teléfonos al llegar.
Es parte de una medida del presidente francés, Emmanuel Macron, para reducir la cantidad de tiempo que los niños pasan frente a las pantallas, lo que el gobierno teme que esté obstaculizando su desarrollo.
En Bélgica, los teléfonos móviles estarán prohibidos en las aulas de cientos de escuelas francófonas de Bruselas y Valonia a partir de este año escolar.
Los planes fueron anunciados por el nuevo gobierno de la región francófona durante el verano.
Sin embargo, en la región de habla holandesa de Flandes no existe una prohibición general de los teléfonos en las escuelas, sino que algunas escuelas han decidido introducir prohibiciones por su cuenta.
En Grecia, los estudiantes deben mantener sus teléfonos móviles en sus mochilas escolares en todo momento durante las clases.
Está prohibida la posesión y el uso de teléfonos móviles de forma claramente visible, incluso durante los descansos. En caso de infracción, podrá aplicarse una suspensión de un día.
La semana pasada, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, no descartó la posibilidad de que los estudiantes se vieran obligados a guardar sus teléfonos móviles bajo llave y recogerlos después del horario escolar.
En Italia, los teléfonos móviles están prohibidos en las aulas a partir de este año escolar, según un decreto emitido por la administración derechista de la primera ministra Giorgia Meloni en julio.
En varias regiones de España ya se han implantado prohibiciones y restricciones sobre el uso del móvil en las escuelas, como las Comunidades de Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura.
En enero, el Consejo Escolar del Estado -máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa- aprobó por unanimidad el veto al uso del móvil en Educación Primaria y limitaciones para Educación Secundaria.
En las escuelas primarias y secundarias de Eslovenia, cada centro tiene la facultad de restringir el uso de dispositivos móviles. Las normas internas varían de un centro a otro, pero pocos han prohibido por completo el uso de dispositivos móviles.
Según los expertos, un primer paso para reducir el uso de las pantallas sería establecer directrices nacionales.
En Croacia, aunque no existen normas nacionales uniformes, algunas escuelas han decidido prohibir el uso de teléfonos móviles por parte de los estudiantes durante todo el tiempo que estén en la escuela.
Entre ellos se encuentran escuelas de varias ciudades croatas: Zagreb, Split, Rijeka, Osijek y Zadar. Una escuela de Split también ha prohibido llevar teléfonos móviles a la escuela, alegando que no basta con prohibir su uso.
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