Los precios mundiales de la proteína de soja aislada caen en abril en medio del debilitamiento de la demanda y la lentitud del mercado de materias primas
En abril de 2024, el mercado mundial fue testigo de una disminución en los precios del aislado de proteína de soja (SPI), principalmente debido a la disminución de la demanda de sectores clave como alimentos y bebidas, lácteos y atención médica. El SPI es una proteína que se deriva de la soja. Desde abril, ha habido una persistente atonía en la demanda de productos terminales de soja, junto con un desempeño mediocre tanto en la actividad de compra como en la de ventas dentro del mercado interno de soja. Esta desaceleración ha influido aún más en la trayectoria descendente del SPI. En consecuencia, los actores del mercado se vieron agobiados por un exceso de inventario, lo que les llevó a recortar los precios en un intento por liberar espacio en el almacén y allanar el camino para nuevos envíos en el próximo trimestre. Este esfuerzo concertado para reducir los excedentes exacerbó aún más la tendencia a la baja de los precios del IPS.
En abril, hubo una notable desaceleración en las actividades manufactureras y de servicios en China, lo que sugiere un comienzo lento del segundo trimestre para la segunda economía más grande del mundo. La Oficina Nacional de Estadísticas informó de un descenso en el Índice de Gerentes de Compras (PMI) del sector manufacturero de 50,8 en marzo a 50,4 en abril, atribuido principalmente al debilitamiento de la demanda interna. Esta desaceleración subraya una pérdida de impulso en el sector manufacturero, lo que repercute en la trayectoria descendente de los precios del IPS. Además, la reticencia de los bancos centrales de economías desarrolladas como Estados Unidos y Alemania a reducir los tipos de interés ha frenado la demanda externa de productos chinos, lo que añade una presión adicional a la baja sobre los precios del IPS.
Hay un leve rayo de optimismo para la economía europea, sobre todo a medida que Alemania avanza en la solución de sus problemas internos. No obstante, es crucial reconocer que las preocupaciones persisten. Una notable falta de demanda, indicada por una rápida caída en los nuevos pedidos y las ventas en general, ha desempeñado un papel importante en la caída de los precios de SPI. Además, las presiones inflacionistas aumentaron durante el mes, impulsadas por la solidez de los precios de la energía y los alimentos, lo que frenó aún más la confianza de los consumidores y exacerbó la presión a la baja sobre los precios del IPS.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la economía se enfrentó a una desaceleración del crecimiento durante el primer trimestre del año, lo que generó preocupaciones sobre su trayectoria futura. Los economistas subrayan el desafío de lograr un «aterrizaje suave» para una economía sobrecalentada, donde resulta difícil equilibrar el control de la inflación con un crecimiento moderado sostenido. Para complicar las cosas, la confianza del consumidor estadounidense disminuyó en abril en medio de perspectivas más sombrías sobre las finanzas personales y la economía, junto con el aumento de las expectativas de inflación, lo que respaldó la tendencia a la baja de los precios del SPI en el mercado. Además, la actividad empresarial en EE.UU. experimentó su expansión más lenta del año en abril, principalmente debido a la disminución de la demanda, lo que refuerza aún más la tendencia a la baja de los precios del IPS.
Según el análisis de Vantage Market Research, existe la posibilidad de que los precios de SPI repunten en los próximos meses, impulsados por un resurgimiento de la demanda de los sectores finales. La posible implementación de recortes de tasas por parte de los bancos centrales en economías desarrolladas como EE. UU. y Europa en junio podría estimular aún más la demanda de SPI, fomentando el optimismo en el mercado.