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¿Por qué Pakistán debería apoyar a Ucrania?

Cuando el ejército de Putin invadió Ucrania en febrero de 2022, muchos afirmaron que el país se derrumbaría en unos pocos días. Hoy está clarísimo que el pueblo ucraniano es resiliente y que su éxito frente a una invasión flagrante es crucial para un orden mundial basado en reglas.

Las fuerzas ucranianas incluso invadieron con éxito la región de Kursk, que podría utilizarse como moneda de cambio o para intercambios de territorio. Esta incursión es importante porque es la primera vez que se invade la Unión Soviética o Rusia desde la Operación Barbarroja del 22 de junio de 1941.

Sin embargo, la neutralidad de Pakistán en la guerra de Ucrania es preocupante por tres razones evidentes: en primer lugar, va en contra de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios fundamentales del derecho internacional; en segundo lugar, viola la postura de política exterior del país, basada en principios, sobre la integridad territorial y la soberanía de todas las naciones; y en tercer lugar, incluso si analizamos la situación desde una perspectiva realista, la neutralidad, especialmente en este caso, es una mala opción. Si cambiase su política exterior y apoyara a Ucrania, Pakistán podría beneficiarse enormemente.

Antes de profundizar en las razones por las que Pakistán debe apoyar a Ucrania, es importante compartir su posición actual sobre la guerra en Ucrania y por qué algunos expertos en política exterior apoyan esta posición. Los gobiernos de Pakistán, incluido el último, se han abstenido de condenar a Rusia por invadir Ucrania; también se han abstenido de votar resoluciones en la ONU y han pedido diálogo y diplomacia para resolver la crisis. En junio de 2024, el gobierno también rechazó la invitación de Suiza para asistir a la Cumbre de Paz de Ucrania y se abstuvo de votar una resolución que denunciaba la invasión rusa en la reunión de emergencia de la junta de gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica.

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Los expertos en política exterior que apoyan esta política plantean estos argumentos: uno, es de interés nacional de Pakistán evitar quedar atrapado en la política de bandos (Rusia ha actuado para proteger su periferia); dos, la oposición del mundo democrático a los intereses de Pakistán en el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) o el Grupo de Suministradores Nucleares (GSN) o su indiferencia ante la difícil situación de los cachemires y el abrazo al gobierno nacionalista hindú del BJP en la India; y tres, los propios Estados Unidos han cometido agresiones contra naciones soberanas.

Los argumentos presentados pueden parecer razonables a primera vista, pero si se examinan más detenidamente, resulta evidente que la actual postura de “neutralidad” de Pakistán no sólo entra en conflicto con la Carta de las Naciones Unidas, sino que también es contraria a sus intereses nacionales. Desde una perspectiva puramente realista, el mundo es bipolar, no multipolar todavía como suponen algunos, en el que Estados Unidos y China son competidores y todas las demás potencias todavía están muy por detrás de estas dos potencias.

Afortunadamente, Pakistán mantiene buenas relaciones con ambas potencias. Rusia ocupa una posición importante como potencia mayor, aunque su influencia aún no está a la par con la de las dos principales. Más importante aún, Rusia es el mayor proveedor de armas de la India, después de Francia y Estados Unidos.

Por otra parte, Pakistán no depende de Rusia, ya que no es un socio estratégico en materia de defensa ni un país comercial importante. Por lo tanto, la consecuencia no deseada de la derrota de Putin en Ucrania es la interrupción de una importante ruta de suministro de material de defensa a la India. Al denunciar firmemente la intervención no autorizada en Ucrania, Pakistán puede aumentar aún más su poder blando en la comunidad democrática mundial, que anteriormente se oponía a los intereses de Pakistán en relación con el NSG y el GAFI.

Este enfoque también parece ofrecer el medio más eficaz para abordar la aparente apatía de la comunidad internacional ante los desafíos que enfrenta el pueblo de Cachemira y contrarrestar la imagen de Pakistán como un Estado no democrático y aislado. La verdadera independencia no se demuestra mediante la neutralidad frente a la injusticia, sino mediante la condena de las invasiones ilegales, como lo demuestran las 141 naciones que adoptaron una postura en la ONU en marzo de 2022.

Pakistán ha defendido sistemáticamente los principios enunciados en el artículo 2 (4) de la Carta de las Naciones Unidas, que exige abstenerse del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y respetar la soberanía y la integridad territorial de todos los Estados. Esta postura quedó de manifiesto en su oposición a la invasión de Afganistán por la Unión Soviética, así como en su postura contra la agresión de Serbia a Bosnia y Herzegovina.

Además, en el siglo XXI, Pakistán mantuvo su posición de principios al oponerse a la invasión de Irak liderada por Estados Unidos y expresar reservas sobre la aplicación de la norma de Responsabilidad de Proteger (R2P), en particular cuando se utiliza para intervenciones unilaterales de Estados poderosos. Por ejemplo, Pakistán rechazó firmemente las intervenciones militares extranjeras en la guerra civil siria.

Por último, pero no por ello menos importante, el propio Pakistán se enfrenta a graves tensiones en sus fronteras oriental y occidental, como lo demuestran los recientes enfrentamientos en la frontera afgana, los ataques ilegales transfronterizos de la India en Balakot, en febrero de 2019, y los ataques con misiles no provocados de Irán contra la provincia paquistaní de Baluchistán.

El establishment de Pakistán debería considerar cuidadosamente el cambiante panorama mundial, donde los líderes autoritarios representan una amenaza significativa para las naciones vecinas, y reconocer que una postura de principios es vital para los intereses nacionales duraderos de Pakistán.

Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son las del autor y no necesariamente las de Kyiv Post.

(Esta es una historia sin editar y generada automáticamente a partir de un servicio de noticias sindicado. Blog de Nueva York Es posible que el personal no haya cambiado ni editado el texto del contenido).

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